Luego de varios años de denuncias respecto al estado del vertedero de Cateura, finalmente se anunció que sería clausurado en mayo del 2018. El basurero municipal de Asunción no solo alberga miles de toneladas de desechos al día, sino que también recibe a los gancheros y sus familias, quienes se exponen a todo tipo de efectos que pueden ocasionar los contaminantes que se hallan por los alrededores. No obstante la empresa Empo indicó a la Junta Municipal de Asunción que tienen permiso de utilizar el vertedero hasta que venza su vida útil, en el año 2020. Por esa razón, Cateura iba a ser clausurada como lugar de disposición final de las basuras pero podría utilizarse como “Planta de Transferencia”, en donde se recibirá la basura para clasificarla. Sin embargo, hace unos meses la Junta Municipal de Asunción aprobó que la empresa Empo SA siga depositando la basura en Cateura. La Intendencia emitió un informe en el cual señala que todavía tiene aproximadamente siete años de capacidad volumétrica para absorber la basura. Esta determinación se tomó pese a que la propia empresa encargada de los trabajos había dicho en el 2009 que el lugar solo podría aguantar cinco años más, es decir hasta el 2014.
Nuevamente se denunció desde la Defensoria del Pueblo de la Provincia de Formosa que las Autoridades Competentes del Paraguay y la Empresa Empo S.A, continúan utilizando el Vaciadero de Cateura de manera absolutamente irresponsable ya que con las inundaciones del año 2014, “se produjo un grave desastre ambiental con desechos contaminantes y tóxicos arrastrados aguas abajo y nadie emitió ninguna alarma y tampoco se tomaron medidas; siendo similar la situación a las aguas crecidas que cubrieron Cateura el año pasado y sin embargo los camiones siguen ingresando con desechos de todo tipo y la firma Empo y Asociados encubre criminalmente esta situación”. El Ombudsman Provincial, José Leonardo Gialluca, informo que recién en el día de ayer recepcionamos por parte de la Subsecretaria de Fiscalización y Recomposición a cargo del Rabino Sergio Bergman, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación una respuesta fechada el 27 de marzo del corriente año y por la cual se nos hace saber que se ha pedido por intermedio del Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Embajador Jorge M. Faurie, ante el Gobierno de la República del Paraguay, “que se adopten en forma urgente las medidas inmediatas y necesarias para dar una solución a la problemática generada por el basural a cielo abierto denominado Cateura”. Se señalo además que la Subsecretaria antes citada, conociendo el desborde de las piletas que arrojan los lixiviados sin tratamiento alguno al Rio Paraguay, “ya se encontraba realizando gestiones desde el 1º de marzo del corriente año, y que desde el mes de septiembre del 2017 se encuentra intercambiando comunicaciones con los Representantes del Paraguay con el objeto de constituir un Grupo de Trabajo Ad -Hoc al amparo del Articulo 4º del Acuerdo para la Creación de la Comisión de Coordinación Política e Integración, encontrándose actualmente evaluando la primera reunión del citado grupo”. A su turno Marcia Rosa Levaggi, Ministro Plenipotenciario de Segunda Clase, Representante Titular de la Dirección General de Asuntos Ambientales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina, informo que el 27 de setiembre del 2017 el Canciller Faurie entrego una Nota al Canciller Loizaga, manifestándole la preocupación de Argentina, por el desborde de las piletas de lixiviados y su liberación al Rio Paraguay.
Ambas partes consensuaron así entonces la creación de este Grupo de Trabajo, y siguen, afirmó el Defensor del Pueblo “coordinando acciones pero sin fijar ninguna fecha de reunión del mismo y sin dimensionar la gravedad de esta situación ambiental, principalmente para todos los que vivimos aguas abajo, y que vemos como diariamente el Rio Paraguay ya no posee el poder de depurar y degradar todo lo que se le arroja”. Este curso hídrico internacional está recibiendo cada hora millones de litros de residuos urbanos sin tratar de ciudades de Brasil, Paraguay y Argentina, y una cada vez mas creciente carga de productos contaminantes que provienen de las curtiembres, fabricas y Cateura, por lo que seriamente corren el riesgo sus aguas de no poder ser utilizadas a futuro y para ello basta dirigir una rápida mirada a como se encuentra actualmente el Lago de Ypacaraí para dar un ejemplo, y por ello continuaremos insistiendo en que las obligaciones y responsabilidades que tiene el poder central lo ejerza con celeridad antes de que nos quedemos sin río, puesto que su polución está llegando hoy, al mismísimo Paraná, siendo otro indicador los fuertes cambios climáticos que son producto de las contaminaciones existentes.